lunes, 4 de julio de 2011

PFRH – II BIMESTRE – 2do Secundaria

AUTOCONCEPTO Y AUTOESTIMA

El autoconcepto es la percepción que cada uno tiene de sí mismo y que se forma a partir de las experiencias y las relaciones con el medio social. Las personas más significativas (padres, hermanos, profesores y amigos) tienen un papel importante, pues nos proyectan imágenes de nosotros mismos.

  1. ¿Cómo se desarrolla el autoconcepto?

Durante la niñez, el autoconcepto surge gradualmente. Los niños son capaces de describir elementos de su masculinidad o feminidad, así como algunos rasgos y hábitos que los distinguen de los demás. Sin embargo, estas ideas están ligadas a situaciones concretas y a las apreciaciones que de ellos dan sus padres, profesores y otros niños.

En la adolescencia, las personas tienen las habilidades necesarias para establecer su autoconcepto independientemente de las opiniones de los demás ya que pueden identificar y analizar las nuevas capacidades cognitivas y físicas que se han desarrollado.

Sin embargo, es en los primeros años de la edad adulta cuando las personas organizan su autoconcepto y lo integran a su identidad personal.

  1. La autoestima

La autoestima es el valor que nos asignamos, y está relacionada con cuánto nos aceptamos y qué tan satisfechos estamos con nosotros mismos. Por ello está vinculada con el autoconcepto, ya que mientras más claro y positivo lo tengamos, lograremos consolidar una mejor autoestima.

La autoestima se desarrolla a medida que crecemos. Es una dimensión integral que involucra lo que sabemos de nosotros mismos (aspecto cognitivo), los sentimientos que ello nos produce (aspecto afectivo) y como se proyecta en nuestro comportamiento (aspecto actitudinal).

La autoestima determina el desempeño. Una persona con autoestima positiva tiene más confianza en sus capacidades, se esfuerza por conseguir sus objetivos, reconoce sus errores y sabe que puede superarlos porque cuenta con el apoyo y la comprensión de quienes la rodean.

Por el contrario, una persona con autoestima negativa tiene menores posibilidades de éxito debido a la pobre opinión que tiene de sí misma, la cual va acompañada de sentimientos de tristeza o frustración que generará en ella una actitud derrotista.

  1. Distorsiones del autoconcepto y la autoestima
  1. Sobregeneralización

Se extrae una conclusión general acerca de un simple incidente (“N om e sale el ejercicio, soy muy mala en los deportes”).

  1. Catastrofización

Se exagera, haciendo juicios extremos y esperando lo peor (“Me equivoqué, todo me va a salir mal”).

  1. Polarización

Se juzga como totalmente bueno o totalmente malo, éxito o fracaso, aceptación o rechazo, etc. (“Ella es súper buena”).

  1. Pensamiento “debería”

Posee una lista de normas rígidas sobre cómo se “deberían” comportar las personas (“Ella no debería reírse tanto”).

  1. Leer la mente

Se sacan conclusiones arbitrarias (“Él piensa que soy mala”).