lunes, 28 de noviembre de 2011

PFRH - IV BIMESTRE–2do de Secundaria

APRENDIENDO A APRENDER

1. Pensamiento y aprendizaje

El pensamiento es una facultad propia de los seres humanos. Nos permite hacer variadas actividades mentales como elaborar ideas, resolver problemas, imaginar, recordar y representar aspectos diversos de la realidad.

¿Cómo se produce el pensamiento?

Se pone en marcha cuando estamos frente a una situación problema ante la cual no hay una respuesta inmediata, pero que exige solución.

El pensamiento es producido por lamente, que elabora la información y crea representaciones simbólicas que sustituyen a los objetos concretos, a fin de hallar la solución a un problema o conflicto.

El resultado del “PENSAR” es una adaptación individual a la situación en que se origina.

Niveles de pensamiento

El psicólogo suizo Jean Piaget ha estudiado la evolución del pensamiento de los niños. Como resultado de sus estudios, elaboró una teoría que sostiene que los niños tratan de captar el sentido de su mundo al relacionarse activamente con objetos y personas. A partir de ello, van evolucionando desde las coordinaciones motoras primitivas hasta diversas metas ideales, entre las que destacan algunas capacidades como razonar en abstracto, pensar de manera lógica y organizar acciones mentales u operaciones en estructuras complejas.

Para Piaget, la adquisición de operaciones mentales constituye el punto central del desarrollo del pensamiento, ya que el niño – según su teoría – pasa a través de etapas adquiriendo diferentes operaciones, y llega gradualmente a la etapa más madura durante la adolescencia.

ETAPAS DEL DESARROLLO COGNITIVO

- Sensorio motriz (0-18 meses): el desarrollo del pensamiento se manifiesta a través de acciones.

- Preoperacional (18 meses hasta 7 años): los niños poseen el lenguaje. Manejan imágenes y símbolos.

- Operaciones concretas (7 a 12 años): los niños pueden agrupar elementos clasificatorios. Comprenden que una cantidad de agua o de arena se conservan (siguen siendo las mismas) independientemente de cómo estén ordenadas. Pueden hacer seriaciones de objetos de acuerdo con una dimensión, como el peso, el tamaño, la longitud, etc.

- Operaciones formales (12 años en adelante): los adolescentes pueden razonar acerca de situaciones hipotéticas y buscar varias alternativas de solución posibles ante un problema. Son capaces de realizar operaciones para resolver operaciones más complejas. Pueden reflexionar sobre las reglas que poseen. Tienen conciencia de sus propios pensamientos y se percanta de lo que saben.

Pensamiento y lenguaje

Un medio a través del cual damos a conocer nuestro pensamiento y nuestros sentimientos es el lenguaje. El lenguaje está conformado por un conjunto de símbolos (sonidos, letras y signos) que poseen un significado y un conjunto de reglas que permiten obtener diferentes tipos de información.

El lenguaje interviene, además, en diversos procesos cognitivos como la memoria, el razonamiento, la resolución de problemas y la planificación de acciones.

A través del lenguaje podemos aprender muchas más cosas que si sólo empleáramos la experiencia directa, pues la mayor parte de los conocimientos que poseemos y la cultura(costumbres, normas morales, creencias de nuestra sociedad) nos han sido transmitidos a través de la palabra.

El aprendizaje

El lenguaje, como hemos visto, es un medio importante para aprender. Aprendemos cuando adquirimos conocimientos, actitudes o procedimientos a través de la experiencia.

Para que se produzca el aprendizaje, es necesario que se desarrollen dos procesos al interior de nuestro pensamiento: la asimilación, que consiste en incorporar nueva información; y la acomodación, a través de la cual se produce una modificación en nuestros esquemas de pensamiento debido a la nueva información que se ha asimilado. Ambos procesos generan cambios duraderos en la conducta de la persona que aprende.

2. Aprender a aprender

Un buen aprendizaje se caracteriza por ser durable y porque puede transferirse a otras situaciones. Para que ello suceda, es necesario que el aprendizaje sea significativo, es decir, que se produzca por la acción reflexiva y consciente de la persona que aprende, quien movido por su interés construye nuevos conceptos, estrategias o actitudes.

Aprender a aprender significa reconocer cómo es el propio proceso de aprendizaje para luego aplicar y controlar las acciones más adecuadas que nos permitan llevar a cabo con éxito determinada una tarea de aprendizaje. Aprender a aprender nos ayudará a convertirnos en estudiantes más reflexivos, capaces de organizar y regular estrategias para desarrollar aprendizajes significativos.

Estrategias que nos ayudan a aprender

Las estrategias de aprendizaje son el conjunto de acciones que una persona realiza de forma intencional para lograr éxito en un objetivo de aprendizaje. Las estrategias de aprendizaje implican un proceso de toma de decisión para seleccionar las acciones más adecuadas para un objetivo específico.

TIPOS DE ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE

  1. Estrategias de repetición: las utilizamos para memorizar o grabar información importante. No garantizan la comprensión de lo que se está estudiando, sino el recuerdo de la información. Ejemplos: memorizar fechas históricas, nombres de personajes importantes o fórmulas matemáticas.
  2. Estrategias de elaboración: buscan relacionar o conectar información que se está aprendiendo con información que uno ya conoce sobre el tema. Ejemplos: explicar lo que hemos entendido luego de leer un texto (parafraseo). Compara lo que estamos aprendiendo con lo que sabíamos sobre el tema. Relacionar lo que estamos aprendiendo con lo visto en otros cursos. Analizar la utilidad de lo que estamos aprendiendo.
  3. Estrategias de organización: buscan ordenar y clasificar la información que estamos aprendiendo. Ejemplos: elaborar esquemas o mapas conceptuales para establecer las relaciones y categorías entre las diferentes ideas. Discriminar la información importante de la que no la es.

Estrategias de control

Estas estrategias son de suma importancia porque nos permiten regular nuestro propio aprendizaje. Las estrategias de control pueden darse en tres momentos: antes de iniciar la tarea, durante la realización de la tarea y después de finalizar la tarea.

ANTES DE INICIAR LA TAREA:

- Debemos detenernos a pensar en el objetivo de la tarea. Por ejemplo: analizar las semejanzas y diferencias entre las culturas Mochica y Chimú.

- Luego de tener claro el objetivo, es necesario planificar las acciones que llevaremos a cabo para lograrlo. Para ello debemos considerar nuestras capacidades y limitaciones, así como las condiciones en las que tenemos que realizar la tarea. Continuando con el ejemplo anterior, si sé que manejo bastante información sobre la cultura Mochica, entonces dedicaré más tiempo para investigar sobre la cultura Chimú. Asimismo, utilizaré cuadros o tablas que me permitan comparar diversos aspectos de las dos culturas.

DURANTE LA REALIZACIÓN DE LA TAREA

- Examinar si estamos avanzando hacia el logro del objetivo planteado. Para ello debemos revisar si las estrategias seleccionadas están siendo útiles para el desarrollo de la tarea.

- Replantear las acciones planteadas si nos damos cuenta de que no nos están permitiendo el logro de la tarea.

DESPUÉS DE FINALIZAR LA TAREA.

- Evaluar si hemos logrado éxito en nuestro objetivo y si nuestro plan de acción fue efectivo. De esta manera, obtenemos información importante sobre como aprendemos y qué tan bien lo estamos haciendo.

Estrategias de apoyo

Las estrategias de apoyo no están dirigidas específicamente a aprender algún tipo de contenido. Estas estrategias están dirigidas a mejorar las condiciones en que se produce el aprendizaje para hacerlo más eficaz.

Las estrategias de apoyo incluyen: el establecimiento y mantenimiento de la motivación, la dirección de la atención y el mantenimiento de la concentración, el manejo de la ansiedad, la organización del tiempo, etc.

3. La lectura, una herramienta para el aprendizaje

La lectura es una valiosa herramienta para el aprendizaje. A través de la lectura accedemos a una gran cantidad y variedad de información que nos ayuda a comprender el mundo que nos rodea.

Por lo tanto, una de las cuestiones más importantes que se debe plantear un estudiante es cómo lee. No se trata solamente de leer mucho o poco, de leer rápido o despacio, sino, sobre todo, de leer con eficacia.

Debemos tener en cuenta que no basta con decodificar (reconocer) correctamente las palabras del texto, sino que se requiere, además, comprender el mensaje contenido en la lectura. Esto se logra cuando somos capaces de elaborar un conjunto de significados en nuestra mente a partir de lo que vamos leyendo, y lo complementamos con el conocimiento que ya tenemos.

Estrategias de lectura

Es importante que aprendamos a desarrollar estrategias de lectura, que al igual que las estrategias de aprendizaje, constituyen un conjunto de acciones panificadas y controladas para interpretar de manera eficaz el contenido de un texto. Las estrategias de lectura que podemos poner en práctica son las siguientes:

  1. Antes de iniciar la lectura

Definir lo que queremos lograr con la lectura que vamos a realizar, pues dependiendo del objetivo que perseguimos nuestro modo de leer el texto tiene que ser distinto. Por ejemplo, si decido emplear la lectura para estudiar, me propondré leer más lento con la intención de comprender, organizar y retener la información. Es importante, asimismo, dar una revisión general al texto para tener una idea acerca de lo que trata. De esta forma, iremos relacionando nuestros conocimientos respecto al tema con lo que vamos a leer.

  1. Durante la lectura

Estar pendientes de nuestra comprensión del texto. Podemos tener en cuenta las siguientes estrategias:

- Después de leer rápidamente el texto para saber de qué trata, es necesario que tratemos de entender datos puntuales: vocabulario, nombres, fechas, situaciones…

- Debemos comprobar que hemos captado el significado de expresiones, afirmaciones, comparaciones…

- Es necesario, además, captar la relación existente entre los diferentes datos, oraciones y párrafos propuestos en el texto.

Debemos considerar que nos textos que leemos son de distinto tipo: narraciones, descripciones, argumentaciones, etc. Estas diferencias responden a las intenciones de los autores. El hecho de identificar el tipo de texto nos facilita enormemente la comprensión y el recuerdo de lo que nos informa.

  1. Después de la lectura

Evaluar si hemos logrado el objetivo que nos habíamos propuesto al inicio. Asimismo, verificar si nuestras estrategias nos permitieron lograr una buena comprensión de lectura.